Si ha ocurrido una sanación, ya sea que se haya dado, de forma convencional médica, homeopática, reiki, solos o en combinación, u otro sistema que haya curado cualquier afección sufrida en el cuerpo físico, mental o emocional, para sostenerla hay que cambiar nuestro sistema de creencias e iniciar un trabajo de introspección
Es bien sabido que para tener un buen estado de salud hay que: comer saludable, hacer ejercicios físicos de acuerdo a la edad que se tenga, hacer ejercicios de respiración a conciencia para tener una buena oxigenación en todo el cuerpo especialmente en el cerebro, vivir en un entorno limpio libre de polución, oxigenado, iluminado, tomar vitaminas, etc.
Pero casi nadie se preocupa por el cuerpo energético (conocido como “aura”), tampoco se preocupan por la personalidad que tienen o el ego. Tampoco conocen su verdadera identidad interior que vive en mundos interiores o superiores y que son los verdaderos vehículos que vivirán eternamente. El Espíritu y el Alma que conformas el YO interior Grande y real dentro del universo metafísico.
Todo lo que reciben para sanar lo toman del mundo exterior, que está bien, pero que es un mundo ilusorio creado para sostener todo lo que es materia densa, que ocupa una milésima parte de lo extensamente creado.
Nuestros 7 campos aúricos que son pura energía vibratoria, frecuencia y onda electromagnética, calor y color, debieran proyectarse desde los chakras a unos .70 cm del cuerpo físico, o más, dependiendo del porcentaje de nitidez en que los tengamos.
¿Que afecta este campo energético?
Todos los procesos de pensamientos y de sentimientos afectan a esta energía ya sea ensuciándola o manteniéndola limpia y ampliándola. Si se ensucia ésta energía da cabida a todo tipo de enfermedades, debido a que se agrieta y deja de ser un perfecto escudo protector.
Al vivir en un mundo dual, material, en 3ra. dimensión, en donde se puede y se tiene libertad para pensar, desear y sentir lo que se antoje, ya sea positivo o negativo, se piensa que está bien incursionar en todos los caprichos de los sentidos exteriores, la personalidad o el ego, sin pensar en cómo afecta lo circundante e interior de la existencia humana.
Hay que estar conscientes y pendientes de todos los pensamientos y sentimientos que se emanan a diario porque tenemos a nuestra disposición el amor, el odio, la paz, el pleito, los celos, la comprensión, la envidia, la aceptación, el juzgar, neutralizar, la empatía, la indiferencia. Por tales motivos debemos examinarnos todos los días a ver como hemos afectado al aura y repararlo.
Prestar atención a lo que pensamos, sentimos y actuamos va a determinar el grado de salud que tengamos.
El conocimiento nos ayuda al crecimiento espiritual.
Nos libera de falsos paradigmas.
La comunicación debe ser directa con LA FUENTE PRIMIGENIA
Nos ayuda a ser libres donde sea nos encontremos.
Por eso no "Dejes que nadie interrumpa tu vuelo"
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