(Basado de una de las clases "Secretos del árbol de la vida" de Kabbalah Mashia.)
Se trata del encuentro de la luz interior que traemos como hijos de la luz que somos y su encuentro con la luz exterior para lograr vencer la materia.
Se crea un choque, una especie de mini big bang a nivel personal, en donde cada quien puede desarrollar su potencial dimensional de abajo hacia arriba (de la 3D a la 33D) por eso se le llama ascención.
Se rompen las barreras superando al instinto animal, al instinto emocional, al intelecto, al espiritu mismo y de vuelta a la gran Fuente. Este es el potencial que tenemos todos los seres humanos.
El potencial que ofrece la luz circundante no tiene fin para el ser humano. Es una escalera sin fin.
De donde venimos, sin tener un cuerpo material, se nos daba todo sin pedirlo. Sin siquiera tener un mérito para recibirlo, no había nada por que preocuparse. Se era feliz y sin preocupación alguna.
Luego de vivir en una perfecta eternidad, en un paraíso , cada quien de forma individual y voluntaria pidió el demostrar, entre otras cosas, que tambien podian dar y compartir de lo que recibian y que iban a ser merecedores de lo que se recibía. Para que haya alguien a quien dar debe haber alguien que necesite recibir y a esa persona solamente la vas a encontrar en un mundo dual en donde cada uno hará de dador o de recibidor.
El deseo fue concedido iniciando así la Involución o densificacion de la energía del espíritu hasta entrar en la materia, en un cuerpo de carne, y desconectarse totalmente de la perfección de su origen.
Para alcanzar o integrar la llamada luz circundante, con su escalera energética que nos lleva de vueta al Origen, se tiene que pasar de la inteligencia racional a la supra inteligencia, de las emociones comunes a la supra emoción (amor puro) , si tienes un buen corazón hay que desarrollar un supra corazón, si eres generoso fíjate a ver hasta donde puedes llegar con tu generosidad.
Se te van a presentar muchos retos cuando decidas subir de nivel vibratorio. El primer reto va a ser el instinto racional procedente del nivel inferior de la luz interior directa.
Una persona caminando en un mall con mucha gente pero la persona está llena de luz con un aura grande de colores claro.

Lo racional te va a decir que para qué tanto esfuerzo, tanto tropiezo. Para qué salir de mi zona de confort, por que ser tan bueno si hay mucha gente mala o que me hacen daño.
Aqui es donde la luz interior comienza a chocar con la luz circundante, donde ambas se enfrentan, donde choca la lógica con la intuición.
La luz inerior perteneciente al alma tiene 5 niveles de existencia, en este caso definidos por Mario Saban, reconocido kabalista contemporáneo.
1. El alma animal: Nefesh.
Es lo que conocemos habitualmente como el cuerpo, pero es el cuerpo cuando se encuentra vivo, ya que el concepto de cuerpo inanimado es ‘guf’. Este nivel de consciencia animal se encuentra dentro del universo de Asiá (la Acción), que es el universo más denso en la materialidad. La energía de este nivel del alma se encuentra en el aparato gastrointestinal y genital.
2. El alma psíquica: Ruaj (el Espíritu).
Es lo que conocemos como la mente. Es el área donde se estructura nuestra personalidad actual con todos los condicionamientos culturales. Habitualmente la llamamos la “psique” y se encuentra relacionada con las energías del universo de Yetzirá. La energía de este nivel del alma se encuentra en el corazón (la Formación). Abarcan los pensamientos del cerebro y del corazón.
3. El alma real: Neshamá (el Alma).
Es lo que sabemos que sale cuando una persona muere. Es el alma que rota de una existencia física a otra existencia física. Es el alma que viene aquí a aprender y a realizar su rectificación (Tikún). La Neshamá trabaja para que el Ruaj se libere de los condicionamientos y cumpla su misión en esta existencia material. Este nivel del alma se corresponde con el universo de Briá (la Creación)
4. El potencial del alma y la raíz del alma: la Jaiá.
Es la raíz de nuestra alma, que compartimos con otras almas. Tenemos muchas almas gemelas que comparten nuestra misma raíz. La Jaiá es el potencial de toda la información que puede ingresar a la Neshamá, pero que aún no ha ingresado. Las almas elevadas que se conectan con este nivel pueden captar la información de las almas de su misma raíz. Este nivel del alma se corresponde con las energías que operan dentro del universo de Atzilut (la Emanación).
5. La unificación con el Todo: la Iejidá (la Unificación).
Es el nivel del alma donde ya no existe subjetividad del alma. Los tres primeros niveles son aquellos donde se manifiesta el alma en su subjetividad, en los dos niveles más elevados el alma se va alejando de su centro subjetivo para captar energías de la totalidad del universo. En este nivel el alma puede sentir que desapareceré dentro de la totalidad de la energía. Este nivel del alma se encuentra en el universo del Adam Kadmón, donde ya no existe la sensación de fragmentación. En este nivel el alma alcanza la Devekut con el Ein Sof (la Unificación con el Todo). Si el alma lo logra, su existencia se transforma en una existencia de pura luz.
Estos son los cinco niveles del alma. Quiera Dios que todos puedan acceder a los niveles más elevados de su propio potencial y que bajen la luz que se necesita en la materia.
La mística judía (la Cábala) no desea subir a la luz, desea unir el cielo con la tierra, y este es el trabajo de toda alma que ha llegado a encarnar en esta realidad material.
Que cada uno sea merecedor de la porción de luz que le corresponde.
El conocimiento nos ayuda al crecimiento espiritual.
Nos libera de falsos paradigmas.
La comunicación debe ser directa con LA FUENTE PRIMIGENIA
Nos ayuda a ser libres donde sea nos encontremos.
Por eso no "Dejes que nadie interrumpa tu vuelo"
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